Había una fina lluvia impermeable
Había una casita sin tejado
Había una brujita indetectable.
Había un senderito de luciérnagas
Andando ,iluminando, sin cansarse
Había un árbol negro que miraba
Y un pequeño patito :»cuá;cuá»
¡¡Mira que arte!!
Era un bosque de sueños contenidos
De Historias y variados personajes
Era un cuento contado por un niño
(Probemos jugar a serlo unos instantes).
No perdáis ilusiones ni esperanzas
Ni penséis que ya es tarde para nada
Porque dentro del corazón de cada adulto
hay un niño ilusionado que nos salva.
Lupe Mateo (Luma Teo)
¡Bella! tu poesía. Saludos
¡¡¡Gracias, M° Yolanda!!!😊
Precioso
¡¡Gracias!!!
Emocionante…intentaré traducirlo para mis nietos americanos, cuando vengan a España; se quedarán a vivir y aprenderán rápido el español, ya casi lo hablan.
¡¡Que cosa mas bonita me acabas de decir!!Espero que les guste , y deseo que sean muy felices aqui.Y a ti, muchisimas gracias y que seas muy feliz con ellos también, que sé que lo serás😊😊
y ese niño nos salva muchas veces de que no olvidemos de pequeñas cosas que podemos disfrutar
¡¡Cierto!!
Que me gusta leerte!! Un lujo 👏😍
¡¡Gracias!!!!!!!!
«Había un árbol negro que miraba»… Hummm… este verso no para de hacerme pensar
Gracias por ello 🙂
¡!Gracias a ti!!!😊😊😊
Una poesía dulce y tierna. Para leer con mucho gusto.
Muchisimas gracias!!!!!!
Fantástico, Lupe.
¡¡Gracias,José!!