Homo ergaster vivió en un contexto climático de crisis árida que se extendió cien mil años. Se le halla en un entorno de sabana menos arbolada y más abierta. Se le considera el verdadero iniciador de la Humanidad. Cuenta con una visera supraorbital (la zona de las cejas) mucho menor, aunque todavía grande. Tiene una robustez general del cuerpo mayor, con una estatura de entre 1,48 y 1,85 m, con un peso de entre 52 y 68 kilos, y una bipedia completa de piernas alargadas y grandes. Al igual que homo rudolphensis, está demostrado el abandono total del transporte por los árboles.
EL NIÑO DE NORIOKOTOME
El mejor ejemplar hallado de Homo ergaster es el niño de Noriokotome, un esqueleto infantil casi completo hallado en el lago Turkana. El niño tenía unos doce años cuando murió, y el dato más sobresaliente es que podría…
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