En los últimos años han cerrado varios de los restaurantes históricos de Madrid, supongo que arrastrados por la crisis. Una de las clausuras más sonadas fue la del Club 31, un clásico y estupendo restaurante. El hecho de que a finales del año pasado se volviera a abrir, aunque no sea exactamente el mismo, nos ha hecho ilusión a los aficionados a la buena cocina.
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